30 octubre 2017

Halloween 2017

La vieja y malvada bruja salió una noche a dar un paseo. 
Era la noche perfecta: caía a chorros una lluvia helada y el viento, intenso y demencial, hacía inútil el uso del paraguas. 
La bruja avanzó trastabillando, unas veces hundiéndose en el barro hasta las rodillas, otras, desgarrando sus maltrechas ropas entre las zarzas. 
Zarandeada por la furia de los elementos, de pronto sintió algo en donde creía que tenía el pecho.
Es que hacía mucho tiempo que no miraba. 
¿Qué era aquello? 
Podría ser... ¿felicidad? 
Y entonces se colocó en cuclillas, y puso un huevo. 
¡Oh...!
Era la primera vez que le pasaba algo así, y se quedó bastante pasmada.
Después de observarlo con la boca  abierta durante unos minutos lo recogió con cuidado y se lo llevó a su cabaña, dónde lo observó con la boca abierta durante varios minutos más. 
¡Había puesto un huevo! 
Con él todavía en la mano, rebuscó entre los cajones de la cocina hasta dar con una espátula: hacía más de diez años que no se quitaba la blusa para nada, e iba a necesitar ayuda para separársela del cuerpo. Cuando lo consiguió, se puso el huevo donde, ahora sí, sabía que estaba su pecho y volvió a colocarse la blusa, tapándolo con una actitud que podría, en determinadas circunstancias y siendo muy optimista, parecerse al amor. 
Lo llevó ahí durante meses y meses y meses y meses y meses y meses y meses; tantos que la blusa había vuelto a fusionarse en roña con su piel. Prácticamente se había olvidado de él cuando una mañana se oyó un crack, y apareció una cabecita entre los pliegues acartonados de la tela. 
¡Un dragoncito! 
La bruja se puso muy contenta. No era su primer dragón (ya había tenido mascotas antes), pero si era la primera vez que tenía uno de un huevo propio. 
La bruja lo tomó en brazos, emitió un sonido parecido al de una bisagra oxidada, que pretendía ser un arrullo, y se dispuso a cuidarlo con todo el mimo posible, dadas las circunstancias de su chispeante personalidad: lo alimentó con gusarapos del pantano, le tejió ropita de esparto y alambre, lo bañó con ácido de batería, lo acostó entre sábanas de lija y le cantó todo el heavy metal que recordaba de su juventud, allá por 1123. 
Digámoslo ya sin rodeos: la bruja estaba chocha con su dragoncito. Le parecía que no había ser más perfecto sobre la faz de la tierra salvo, quizá, la rata topo desnuda, cuya existencia la bruja envidiaba secretamente. Bien pensado, la rata topo desnuda era un ser subterráneo, así que sí: su dragoncito era sin duda el ser más perfecto sobre la faz de la tierra. 
El dragoncito no parecía descontento con la bruja, pobrecito mío. Una tarde, mientras estaban jugando a saltar en la cama mientras hacían malabares con cuchillos, el dragoncito clavó en la bruja sus ojos vidriosos y dijo del tirón sus primeras palabras. 
-Te quiero mucho, mamá. 
La bruja dejó de saltar, impresionada. 
Quizá el maldito bicho no fuera tan perfecto, después de todo.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola:
Te sigo desde hace un par de años, me encanta como escribes, no suelo comentar (lo sé, está fatal), etc.

Al asunto: me ha encantado tu cuento (es que yo no tengo instinto maternal, pese a lo cual mis hijas me quieren y es recíproco. Sorprendente, lo sé), ¿puedo compartirlo en mi muro? Es que estoy convencida de que se van a tronchar. Ya me dirás. Gracias (sin compromiso, yo soy mucho de respetar la propiedad intelectual).

Anónimo dijo...

Soy Lorz, prefiero que pongas el enlace al blog.
Si lo pegas en tu muro acaba copiado y pegado en WhatsApp y lo acabo recibiendo con un "mira esto qué gracioso, no como las tontadas que escribes tú", y es bastante molesto.

Anónimo dijo...

Jajaja, ¡Dios! ¿de verdad te ha pasado algo así? Desde luego hay gente que se aburre muchísimo. Hago lo del enlace que me indicas. Muchas gracias por contestar tan rápido.

Necio Hutopo dijo...

El dragoncito metió las cuatro patas y las dos alas...

viñu dijo...

Habrá sido que el baño con ácido de batería ha vuelto demasiado blandito al dragón, jajajjajajaja.

Anónimo dijo...

juas, me muero. ¡Puso un huevo de felicidad!
Ya veo a la gallina Caponata reclamando derechos de autor...
"lapatachunga"

Mi Álter Ego dijo...

Parecía una historia perfecta y tuvo que venir el amor a fastidiarlo todo. Jajaja. Muy bueno el relato. Besotes!!!

Genín dijo...

Lo bueno de ese final es que lo puedes continuar :)
Lo digo en plan absolutamente egoísta para disfrutar mas... :)
Besos y salud

La blastoTUM Pili dijo...

Lorz!!la bruja ha vuelto!!!!gracias Lorz, gracias, yo tambien espero algun dia poner un huevo asiiii!!(mi animal fantastico favorito son los dragos, jejeje)